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Mauricio Vila Dosal: Mediocre, populista, mentiroso e incumplido

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  • Políticuchos…Nadie los quiere

 Por: Eduardo GARCÍA GARCÍA

El mes pasado, por cuestiones de trabajo, tuve la fortuna de viajar a Mérida, la Ciudad Blanca. Ya tenía el placer de conocerla. Y si bien, siempre me pareció una ciudad hermosa, era una realidad que la tenían muy descuidada. Ahora que volví, me encontré con que ya no es la de antes, pues hoy es un municipio con más de un millón de habitantes, con un crecimiento constante y con una sociedad que aspira a ser moderna, pero que también quiere preservar sus tradiciones y su entorno de paz.

Mauricio Vila Dosal acompañado de otro corruptazo: César Bojórquez Zapata
Mauricio Vila Dosal acompañado de otro corruptazo: César Bojórquez Zapata

Todo muy bien. Sin embargo, también me encontré con algunas zonas de la ciudad que la siguen haciendo ver como un “pueblote” de quinta, con malos servicios públicos, llena de baches, de parques y calles sucias y sin luminarias y con una Policía Municipal, en especial la de vialidad, tan corrupta como en otras partes de la República. Vamos, me sentí como en uno de los peores municipios del Estado de México, polvorientos y descuidados. Por igual, muchos meridenses me manifestaron no sentirse totalmente satisfechos por la manera en que su querida ciudad ha sido -y sigue siendo- tratada por los politicuchos que se dicen “gobernarla”.

Y bueno, a estas alturas del partido, a nadie le sorprende la aversión que gran parte de la población siente hacia los políticos y que se manifiesta de manera vehemente por todos lados (sea en Mérida o en Chilangolandia). Con ser en sí mala la cosa, lo peor es que estos güeyes no reaccionan ni hacen limpieza en sus filas. Más bien les vale madre y se les ve una tendencia a atrincherarse.

Y es que nuestros políticos gozan de muy, pero muy mala fama desde hace mucho.

El inepto y corrupto antecesor de Vila Dosal: Renán Barrera Concha
El inepto y corrupto antecesor de Vila Dosal: Renán Barrera Concha

Tan mala que lo que cabe preguntarse es por qué quieren serlo. No tienen las simpatías ni la admiración de nadie -quitando a los militantes ciegos de cada partido-; se les culpa de todos los males; reciben insultos constantes de sus rivales y también de la ciudadanía; se les acusa de ladrones y corruptos con demasiada frecuencia (y vaya que los son); se les percibe como a individuos vagos, incompetentes o malvados, cuando no como simples idiotas; se les reprocha procurar su propio beneficio o el de sus partidos y casi nunca el de sus representados o gobernados; y prácticamente siempre se les considera títeres o cómplices del poder económico y los poderes fácticos.

Trae tanto desprestigio y tantos sinsabores ser hoy político que uno no entiende cómo es que hay tantos aspirantes a formar parte de esta partida de inútiles. A mi modo de ver hay cinco grupos: a) fulandrejos mediocres que nunca podrían hacer carrera -ni tener un sueldo- si no fuera en un medio tan poco exigente como la política (ejemplos abundan, y solo pensemos en todos los militantes del mal llamado Partido Verde, entre ellos el delincuente electoral Arturo Escobar, y el ojete Niño Muerde, perdón Verde, que siguen, pese a todo, tan campantes viviendo de nuestros impuestos); b) individuos que ven un modo de enriquecerse (ya lo decía el profesor Carlos Hank González: “un político pobre es un pobre político”), de esos que viajan en primera clase para discutir medidas de austeridad para los ciudadanos, cualquier lidersucho sindical o los senadorsuchos recibiendo descaradamente titipuchales de dinero del erario para comprarse carros nuevos; c) sujetos que sólo ansían tener poder por el poder, es decir mandar y que la gente les pida favores; tener potestad para denegar o dar y salir en televisión; en suma, ser “alguien” (por ahí tenemos, ni más ni menos, a Enrique Peña Nieto o a Manlio Fabio Beltrones o al nefasto actual alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal, que por lo que pude ver, en poco más de cien días ha dejado a la Ciudad Blanca en la jodidez total); d) fanáticos de sus ideas o metas que sólo aspiran a imponerlas (El Peje, claro); e) personajes con verdadera vocación política, con espíritu de servicio, buena fe y ganas de ser útiles a la sociedad y de mejorarle las condiciones de vida, de libertad y de justicia, los cuales son habitantes de Suiza y Marte, pero no de nuestro país.

Los baches son la constante en la capital yucateca
Los baches son la constante en la capital yucateca

No hace falta decir que, de estos cinco grupos, el único que merece respeto, vale la pena y resulta beneficioso y necesario para el país es el último, que quizá por eso sea el menos nutrido. Lo raro es que los votantes no parezcan saber siempre distinguir a los pertenecientes a cada grupo. Acaso no sea fácil, dado que los de los cuatro primeros fingen y engañan, copian y adoptan las maneras y los discursos de los del quinto, se presentan invariablemente como personas desinteresadas y abnegadas. Si en cada Legislatura cambiaran las caras, podría entenderse que les diéramos siempre un voto de confianza y nos colaran gato por liebre.

Pero esta ingenuidad no es admisible con los políticos “veteranos”, que se la pasan brincando, por más nefastos que sean, de un escaño a otro de la manera más cínica. Y es que nadie es capaz de fingir bien por mucho tiempo. Fingir es difícil y cansa, y el zafio, el oportunista, el pendejo, el bruto, el aprovechado, el ladino, el ladrón, el engreído, el fanático, el déspota, todos acaban por parecer lo que son, y sin tardanza. ¿Cómo es que no lo vemos año tras año, legislatura tras legislatura, alcaldía tras alcaldía, sexenio tras sexenio? ¿Cómo es que no sabemos distinguir a los del quinto grupo -que los hay- ni eliminar poco a poco a los de los cuatro?

Tal vez por eso no podríamos descalificarlos a todos, como sucedía en la vieja época del PRI; sino a ir señalando, con nombres y apellidos si hace falta, a la enorme cantidad de mediocres, codiciosos, buenos para nada, corruptos, fanáticos y engreídos que se han hecho con tanto poder y que le han hacho, y le siguen haciendo, tanto mal a nuestro querido México. ¡Culeros!

Parques sucios son desatendidos por el alcalde de Mérida
Parques sucios son desatendidos por el alcalde de Mérida

Es el caso del mínimo hombre máximo de la capital yucateca, muy “habilidoso” para el discurso propagandístico, pero de gestión mediocre: Mauricio Vila Dosal, quien pese a existir “mejores prospectos” (es un decir), fue impuesto por la ultraderecha de su partido para contender por la alcaldía.

De ahí que no es posible que les vaya así mejor a los meridenses. De cualquier forma, se siente de la chingada al ver su foto por todas partes y, peor, al oírlo decir, en la prensa local, acusada de vendida, puras pendejadas.

Además de seguir haciendo recorridos discursivos motivacionales sobre la (su) realidad local, el actual huésped de la alcaldía ha demostrado que su “gestión” está muy lejos de consolidarse como un gobierno eficiente, innovador, sustentable, competitivo y con una infraestructura funcional y eficaz, tal y como lo prometió en campaña.

Es decir, muchas acciones de Vila Dosal han sido más populistas que eficientes en el intento fallido de tratar de compensar la falta de solución a los problemas o de poner orden en la prestación de los servicios públicos.

Ejemplo de esto ha sido la “manita de gato” que le da a las comisarías con el programa popular “mano a mano”, que busca destacar la presencia del alcalde más que preocuparse por brindar y dar seguimiento a los servicios de calidad.

La falta de drenaje, prometido durante su campaña, hace que Mérida se inunde con las lluvias, que ya no tardan en iniciar su temporada
La falta de drenaje, prometido durante su campaña, hace que Mérida se inunde con las lluvias, que ya no tardan en iniciar su temporada

O que decir del fracaso financiero que sufrió con el mal organizado y reciente Carnaval (según su ridiculum, tiene una maestría en finanzas en la Universidad de Phoenix).

Pero que se puede esperar de este empresario aparentemente exitoso (tiene tiendas Subway en el estado y contrato con la franquicia gringa para desarrollarse en Campeche, Tabasco y Chiapas) y que decidió vivir como un acaudalado parásito de la política, pero que al hacer públicas sus declaraciones patrimonial y de intereses, siendo candidato, no manifestó toda la neta del planeta.

O que de la manera más cínica ha protegido a su antecesor, el corruptísimo panista Renán Barrera Concha, pues su hermano Manuel, otro políticucho bueno para nada, trabajó muy de cerca con Renán.

El carnaval de la comisaría de X´Matkuil destrozó las finanzas públicas de la capital del estado de Yucatán
El carnaval de la comisaría de X´Matkuil destrozó las finanzas públicas de la capital del estado de Yucatán

Mediocre, populista, mentiroso e incumplido (vamos, hasta Toño Infante, sobrino del actor y cantante extinto Pedro Infante, ha denunciado que desde hace varios meses Vila Dosal no responde a sus llamadas  ni mensajes desde que le recordó su compromiso de institucionalizar el Día de Pedro Infante, el 15 de abril, y hacer un parque con el nombre del ídolo de Guamúchil), así como inepto, doble moral, demagogo y corrupto, es lo menos que se dice de Mauricio Vila. Pobre Mérida, tan lejos de Dios y tan cerca de los panistas. Ya me tronó el Bendix.

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