25.3 C
Yucatán
viernes, julio 26, 2024
HomeMéridaLas mamadas no son sexo y Sexohoróscopos del 8 al 14 de...

Las mamadas no son sexo y Sexohoróscopos del 8 al 14 de febrero de 2016

Date:

Noticias

Suicidio. Hablarlo no debe ser tabú

La psicóloga Sara Helena López Moreno, una de las mejores psicólogas clínicas en la ciudad de Mérida, Yucatán, nos habla sobre las señales de alerta del suicidio

¿Culpa por descansar? 

La psicóloga Sara Helena López Moreno, una de las mejores psicólogas clínicas en la ciudad de Mérida, Yucatán, nos habla sobre la terapia psicológica

Verifica la vigencia de tu credencial y ubica tu casilla para estas elecciones

Las elecciones en México se acercan rápidamente, marcando para...

Por: El Capitán Lujuria

Eso afirmaba una novia mía, con quien me enfrasqué en una discusión que me llevó directo al precipicio. Lo recuerdo bien. Era la época en que Bill Clinton, en ese entonces presidente de Estados Unidos, fue acusado de perjurio, pues afirmaba que no había tenido sexo con Monica Lewinsky, mientras ella decía que sí, pues se la había mamado. Él insistió en que eso no era sexo y de ahí surgió toda una escandalosa polémica. ¿Las mamadas son sexo o no? Mi ex novia coincidía con Clinton: “Tiene razón, eso no es sexo”, “¿Cómo que no es sexo?”, yo le preguntaba. Y sin darme una respuesta razonable, no la sacaba yo de esa posición. Entonces le dije: “Ok, entonces según tú, ¿la vez que te encontré chupándosela a tu maestro de inglés no cuenta como sexo?”. “Claro que no”. “¡Cómo que no! A él lo considero uno de los tres amantes que me has dicho has tenido además de mí”. “Pues no, él no cuenta”. “Entonces, ¿mamársela a un cabrón no es sexo?”. “Mmmm, ¡nou!”. Ya encabronadísimo le pregunté en forma irónica: “entonces a cuántos hijos de la chingada se las has chupado sin que según tú sea sexo?”. Y que me responde con sinceridad: “Pues como a unos cuarenta”. Al ver mi expresión de asombro exclamo: “¡Tú preguntaste!, además eso ya pasó”. “¡¿Cómo que a cuarenta?!, no me chingues!”. “Sabes, mejor me voy. Nos vemos en la noche que andas de un humor insoportable”, me respondió con desgano. “Bueno, vete con cuidado y por la sombrita. Y eso sí, espero que de aquí a la casa no se la chupes a algún cabrón que por casualidad abrónse te ponga en frente”, le grite emputado. En fin, qué les parece.

Pero bueno, esta historia me recordó a Chispita, una morenaza con una pinta estupenda, maciza, llena de curvas. Los hombres la miraban, pues tenía una manera muy peculiar de menear el trasero. La conocí en una época en que tenía sueños oscuros y obsesivos. Repletos de mujeres. Sería porque no conseguía ligarme a ninguna. Intentaba hablar con ellas pero me despreciaban. Me mandaban a la goma. Quizá se debía a que yo era graduado en cochambre y experto en cloacas. Y de repente apareció la Chispita. Tengo memorizado el momento porque hizo que se me erizaran los pelos del cogote. Fue sexo y amor sintetizados en un instante. “Esperaba que fueras diferente”, me dijo. “¿?”. “Me refiero a que tu voz es tan suave, y pareces muy educado. Desde que te vi sentado en el fondo del bar pensé verte salir en cualquier momento borracho y blasfemando, manoseando a las meseras…”. “Bueno, nunca voy exhibiendo mi vulgaridad. Generalmente espero que aparezca en su momento”, respondí. “Me gustas –me dijo-. Creo que no eres del todo feo. No quiero decir que seas guapo, no como entiende la gente la belleza. Tu rostro y tu barriga de bebedor de cerveza son atrayentes. Tus ojos… son salvajes, enloquecidos, como los de un animal escapando de un bosque incendiado”. “Yo creo que eres hermosa- le respondí-, cachonda y sobre todo simpática. Me siento bien junto a ti”. El caso es que con ella viví momentos muy chidos en su automóvil. Aunque no soy muy conservador -me gusta experimentar-, no suelo parchar en los asientos de un auto compacto. Normalmente a mí me hace falta un catre para el chaca-chaca. Pero ella era una exhibicionista sin remedio. Le gustaba la acción y el peligro.

En otra ocasión, luego de unas copas extra, andábamos como perros en celo, ganosos. Salimos de un bar, medio borrachos. Era de noche y de repente me dijo: “Organizaremos una fiesta de luna de miel”. Entramos a su auto, que estaba estacionado en una calle semi oscura. Me abrazó cariñosamente y me besó metiéndome la lengua. “¿Te gustaría que te la chupase?”, preguntó. “No, creo que no. Estamos en la calle. Nos podrían ver”. “Estoy muy caliente, mi amor”. “Yo también pero hay gente en la calle”. Aún así se inclinó hacia la derecha y me desabrochó el cinturón. Me subió la playera para alcanzarme el ombligo con la lengua. Noté que su corto vestido se le levantara hasta una buena altura de sus fantásticos muslos. De inmediato se me produjo un gran abultamiento en los pantalones. Me bajó el cierre y metió la mano para tocar mi pulsante verga. Aunque me sentía muy nervioso e inquieto porque pasaban autos y personas que se nos quedaban viendo, creí que lo justo era que si me había ayudado a que me creciera el pivote, ahora me ayudara a que decreciera. ¿O no? Durante cosa de cinco minutos utilizó en mi mejor amigo la respiración artificial –le dio el beso de la vida– y me aplicó también masaje. Yo me removía inquieto en el asiento como animal en el matadero. Empezó a comerme a bocados, ñam, ñam, succionando prolongadamente mi manguera con su boca incesantemente ansiosa. Los sonidos de succión invadían el ambiente. Yo mientras le metía el dedo en el trasero. Chispita era una auténtica diosa del amor viviente, la imagen del puro éxtasis con su corto cabello negro húmedo de transpiración, su rostro sudoroso por la agitación y sus magníficas nalgas tan bien formadas. Aunque yo andaba medio borracho no pude evitar el gozo gracias a la fuerza salvaje de su amor. Se tragaba todo lo que podía contener su boca. Me sentía como si estuviese siendo devorado por una fiera inclemente. Fue algo hermoso y emocionante. Y en el más romántico de los lugares, un auto compacto medio destartalado y sucio, en medio de la noche y del tráfico de una callejuela sucia. Recuerdo que al momento en que le estallaba yo en la boca y por toda la cara, noté a un policía parado junto a mi ventanilla que nos observaba atentamente con la boca babeante. “¡Eh! ¡Alto! ¡Alto! ¡Saca tu manguera de ahí!”, me gritó. “¡Quédense quietos animales! ¡Salgan inmediatamente!”, insistió. Tanto mi chica, que tenía toda la cara pegajosa de mi esperma, y yo, tuvimos que salir del auto a dar explicaciones. Al final no pasó nada grave. Con una lana evitamos la delegación. Pero valió la pena. De nuevo me sentí como un ser humano, y eso que no tuve sexo… según mi ex.

 

SEXOHORÓSCOPOS

 

 

ARIES

 

Si insistes en formalizar tu relación con esa dulce chica de la que estás locamente enamorado, piénsalo muy bien. Está buenísima pero recuerda que la conociste besándole los huevos a su primo de barriga fofa. Tómalo con calma.

 

 

 

TAURO

 

Tienes que ser precavida. Ya sé que te sobrecalienta andar sin calzones y saber que los hombres te miran el trasero cuando caminas por las calles, lavas la ropa en la azotea o viajas en el metro. Pero abusada, eso de andar de ofrecida tiene sus riesgos.

 

GÉMINIS

 

Gemelo, eres un auténtico degenerado sexual, hasta pareces diputado yucateco. Al igual que los inútiles legisladores que se la pasan haciéndose chaquetas mentales, tú te imaginas en la cama con cuanta mujer se te pone en frente. Contrólate.

 

CÁNCER   

 

Sigues afanándote en sorber el esperma de todos tus amantes sin pedirles el certificado médico. No te metas en broncas, los problemas digestivos por tragar tanto camote están a la orden del día.

 

LEO

 

Ya salte de la rutina. Romper las reglas de vez en cuando y dejarte embestir el trasero por sorpresa para gozar del sexo espontáneo sería una experiencia muy excitante. Imagínate un rapidín en un elevador con el chancludo de tu vida… o con quien sea ¡pero hazlo!

 

VIRGO

 

¿Qué pasa contigo? Estás harto de ser un cornudo y no le dedicas más tiempo a tu mujer. Tú tienes la culpa. Si bien sabes que la enloquece que le coman el coño, por qué te encabrona que le sepa a saliva de otro güey. Primero la ignoras y luego le reprochas sus puterías. No hay que ser.

 

LIBRA

 

Estás desconcertada, pues aunque eres la mejor succionadora de la oficina ya nadie te pela. Te recomiendo ya no utilizar tus dientes pues parecen tijeras.

 

ESCORPIÓN

 

No sueñes despierto, haz ya realidad esa fantasía que te trae chorreando todo el tiempo. Suplícale a tu chava que, encuerado, te azote con un cinturón los muslos y el culo, con ello alcanzarás tu tan ansiada paz espiritual. De esta forma nada te perturbará.

 

SAGITARIO

 

Comprende, a ella la conociste en varias orgías sexuales, en las que se disfrazaba de monja; que no te extrañe entonces que le encante ensabanarse con el cura y los monaguillos de la parroquia de tu colonia. No te encabrones por nada. Ya se le pasará el gusto.

 

CAPRICORNIO

 

No te angusties, a todos les pasa, incluso a las águilas del América. Siempre has creído ser rudo, bebedor y un cogelón de mujeres indestructible. No se te paró la otra noche ¿y qué? Paciencia y buen humor.

 

ACUARIO

 

Esfuérzate más en el amor y menos en el sexo. Eres una chica incontrolable. No puedes tirarte a seis tipos cada vez que vas por el pan. Tu ninfomanía es espiritual.

 

PISCIS

 

Te mueres de celos y vergüenza cada vez que tu mujer se embriaga y luego baila como ofreciéndose en sacrificio violatorio. Si sabes que le encantan los hombres y las fiestas, ¿por qué insistes en ir con ella a todos los guateques? Déjala ser.

Relevantes