- Las milicias suníes boicotearon el viernes el comienzo de las negociaciones en Ginebra. Exigieron el fin de los bombardeos y el levantamiento de los cercos contra los civiles por parte del régimen y sus aliados, dos peticiones que la ONU cree difíciles de garantizar
La ausencia del principal grupo opositor al régimen de Al Assad reventó este viernes el inicio de las conversaciones de paz para Siria que, contra viento y marea, Naciones Unidas quiso llevar adelante. No obstante, al final de una jornada caótica, se abrió un resquicio a la esperanza cuando el Alto Comité de las Negociaciones (ACN), lista opositora impulsada por Arabia Saudí y EE.UU., aseguró que participará en la negociación de este domingo. Así lo anunció la oposición tras ver satisfechas sus principales demandas sobre elfinal de los bombardeos y el levantamiento de los cercos contra los civiles por parte del régimen y sus aliados, dos exigencias que, no obstante, la ONU cree difícil garantizar.
El proceso impulsado en Viena a mediados de noviembre por los jefes de la diplomacia de China, Francia, Egipto, Irán, Irak, Italia, Jordania, Líbano, Omán, Qatar, Rusia, Arabia Saudí, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y EE.UU. arrancó este viernes con la bienvenida del enviado del organismo internacional a Siria, Staffan de Mistura, a la delegación del Gobierno de Al Assad. Damasco ha enviado a 16 representantes a la tercera ronda negociadora que acoge Ginebra desde el inicio del conflicto sirio en 2011.
Cinco años de guerra
La ausencia de la ACN retrasó el choque entre el régimen y sus aliados, Rusia e Irán, conMohamed Alloush, líder salafista del Ejército del Islam que será el encargado de encabezar la delegación opositora. Moscú insistió en que es «inaceptable» ver a Alloush en la mesa negociadora porque lo consideran «un terrorista», al mismo nivel que los yihadistas del Frente Al Nusra, brazo de AlQaida en Siria, o Daesh. Entre los ausentes también figura el PYD kurdo, aliado de Washington en la lucha contra Daesh, pero etiquetado de «terrorista» por Turquía por su vinculación con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).