Por: Juan Pablo TOPETE QUIJADA
Desde inmemoriales tiempos, desde que existe la civilización, desde que surgieron las grandes urbes de la antigüedad siempre enfrentaron grandes problemáticas, el principal sin duda alguna el de la higiene y la limpieza. Los romanos fueron tal vez los que mejor infraestructura desarrollaron, incluso con una gran red de alcantarillas con tubería, de ahí surge el término “plomería”, por el material empleado, pero sin embargo con la finalidad única de colocar en algún sitio los elementos de desperdicio de la conquistadora sociedad de la península imperial, y aunque hoy día vivimos en urbes más grandes tal pareciera no hay avance significativo en estos últimos milenios, pues los desechos siguen tirándose en vertederos sin más reutilización, o como se le llama actualmente desarrollo sustentable, o en términos menos técnicos reciclaje, con la tan conocida cultura de cuidar la ecología en los ecosistemas dañados por el hombre y donde, retomando nuestras temáticas, efectivamente la ropa en algún momento irá a la basura, las prendas en algún momento perderán calidad, quizá desgarre, deshilado o decoloración, lo cual irá a dar en los 6 millones de toneladas de desechos textiles al año, tan solo en Europa, de la cual solo el 25 por ciento tan solo es reciclado. Tan solo para obtener una sola camiseta se requieren entre dos mil y tres mil litros de agua para regar el algodón de donde saldrá, con pesticidas que quedarán en el aire, y con una duración aproximada de tres años, llenando mas los basureros en pocas ocasiones con reutilización de los desechos, como por ejemplo para la implementación de nuevas energías.
Si bien es cierto que los gobiernos no hacen tales labores, seguramente por no dejar beneficios económicos, pues de tenerlos obviamente invertirían en tales acciones, y pues bien, como ciudadanos de este universo, hay cosas que si podremos realizar, desde el área textil.
Históricamente ya se ha realizado, durante el siglo XIX al aparecer el papel moneda sustituyendo al metálico hasta entonces el único usado, se buscó un material que fuera fácil de colocar en un bolsillo, sin peso ni bulto y a la vez capaz de resistir múltiples intercambios mercantiles de mano en mano, entonces se recurrió a la trituración de desechos de ropa, viendo que el algodón era una fibra resistente al grado poderse triturar y comprimir en pequeñas tiras aplanadas, capaces de resistir tanto la impresión en fuertes tintas como del paso del tiempo y del trato de de sudor humano.
Nosotros podemos iniciar también prácticas de esta cultura, o como dicen, no cambiaré el mundo pero si mi alrededor, en tiendas de telas se pude comprar pintura lavable para tela, con la cual y algo de imaginación podrás reutilizar una playera, blusa, o cualquier prenda con hermosas decoraciones a tu gusto, en bellos y variados colores. En ocasiones hay ropa de tan buena calidad que duran más que el crecimiento de los niños, entonces una buena forma de reciclar es pasarle una prenda en buen estado a un hermano menor, algún primo, o incluso se puede hacer una buena acción donándola a alguna persona de bajos recursos o a alguna casa de orfandad. Algunos comentarán que pasarle ropa a hermanos o primos menores puede afectar su autoestima y ese tipo de cuestiones, pero ese no es nuestro tema sino modos de reciclar ropa, de tal manera que dejamos esas ideas a otro tipo de publicaciones. También de alguna vieja colcha se podría recortar algo lindo para mascotas, y cuando se piense en desechar alguna vieja prenda vayamos por unas tijeras y estrenemos una nueva, como lo podemos ver en las imágenes anexas, en una de una playera, recortando en las marcas y haciendo los pliegues, rematando con bies y escotando se obtendrá un hermoso vestido, o bien de camiseta, con los pliegues mostrados y cosidos, se puede obtener un lindo vestido, pues bien, a usar la imaginación y ayudemos a proteger animales y plantas con actos de reciclado textil.
