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¿PUEDEN LOS CIENTÍFICOS VINCULAR EL ZIKA Y LA MICROCEFALIA?

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Científicos sospechan que un brote de virus del zika es el responsable de una oleada de nacimientos con una rara malformación congénita, conocida como microcefalia, en Brasil. Pero, ¿cómo van a demostrarlo?

Autoridades del país sudamericano fueron rápidas al establecer la relación el pasado otoño. El ministro de Sanidad dijo la semana pasada que estaba “absolutamente seguro” de que el virus, que se transmite por la picadura de un mosquito, era la causa.

Pero no todos lo tienen tan claro. Aunque la cantidad de pruebas es cada vez mayor, de momento son solo circunstanciales.

“La simple presencia del virus no significa que cause la malformación congénita. Significa que hay una probabilidad”, dijo Arnold Monto, epidemiólogo de la Universidad de Michigan.

La investigación sigue en sus primeras fases. Comenzó después de que médicos brasileños detectasen el pasado otoño un incremento en el número de bebés con microcefalia, que tiene varias causas. Los casos se produjeron poco después del primer brote del virus tropical zika en el país, que se creía que no causaba más que un cuadro médico simple que se cura en una semana.

El Dato

Los bebés con esta patología tiene una cabeza más pequeña de lo normal, y normalmente también un cerebro más pequeño que no se ha desarrollado correctamente. Pruebas en laboratorio detectaron el virus en tejido cerebral de unos cuantos bebés con esta malformación.

Demostrar la causa es parecido a investigar un asesinato: El zika es el presunto asesino pero hay muchas pregunta sin respuesta a su alrededor, dijo Ernesto Marques, microbiólogo de la Universidad de Pittsburgh, que colabora con investigadores brasileños.

“Por el momento tenemos una víctima, y encontramos a una persona con una pistola humeante en la mano”, dijo Marques. “Pero sigue habiendo que cerrar el caso”.

La investigación plantea retos especiales. En la actualidad no hay ningún animal adecuado para sustituir al hombre en los estudios sobre el virus. Y no se considera ético infectar a humanos, especialmente a mujeres embarazadas, para experimentar qué ocurre — sobre todo cuando existe una posibilidad real de que un voluntario pueda verse gravemente afectado.

Por lo tanto, los investigadores recurren a otro tipo de estudios para tratar de establecer si el zika o algún otro factor causan la malformación congénita o, también, una enfermedad paralizante conocida como Guillain-Barré. Cinco países latinoamericanos con brotes de Zika reportaron un aumento de esta enfermedad en adultos.

Uno de los métodos es una investigación sobre la marcha llamada estudio de casos y controles, que se remonta en el tiempo una vez sucede una enfermedad o patología concreta. En el caso de la microcefalia, esto supone reclutar a un grupo de madres con hijos nacidos con esta malformación e intentar averiguar qué pudo ocurrir durante el embarazo para desarrollar la enfermedad. Para comparar datos se consultará a mujeres con bebés sanos.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) están implicados en un estudio que comenzará la semana próxima en el estado brasileño de Paraiba. Se centrará en 100 bebés con microcefalia y en al menos otros tantos sin ella.

Los investigadores tomarán muestras de sangre de las madres para comprobar si existen síntomas de una infección anterior de zika. Además buscarán otros posibles factores, como otras bacterias o venenos en el ambiente. Algunos expertos sugieren que quizás el zika necesita un cómplice — malnutrición u otra enfermedad tropical como el dengue — para causar problemas graves.

Un estudio similar, encabezado por Brasil, está investigando a 200 bebés con microcefalia y a 400 sanos. Está previsto que los resultados se conozcan en abril.

“Será el primero en decirnos si hay pruebas sólidas”, dijo el doctor Marcos Espinal, de la Organización Panamericana de la Salud, a reporteros el jueves.

El CDC estuvo en la ciudad costera de Salvador el mes pasado para ayudar a funcionarios sanitarios con otro estudio a posteriori, esta vez sobre el síndrome Guillain-Barré. Examinaron a 40 personas con esta condición y a 80 sanas, dijo el médico James Sejvar, que lideró el equipo del CDC.

Estos estudios son bastante imperfectos. La gente suele tener problemas para recorcar detalles de lo ocurrido seis meses atrás — por ejemplo si podrían haber sufrido una picadura de mosquito, la principal fuente de contagios de zika.

Aunque pueden detectar posibles causas, los expertos dicen que estas deben confirmarse con un seguimiento a las personas estudiadas. Colombia, por ejemplo, seguirá la evolución de dos mil mujeres embarazadas e infectadas de zika para ver qué ocurre con ellas y sus gestaciones, señaló Espinal.

En Brasil, la posible relación entre el zika y la microcefalia apareció en septiembre, cuando un pico de nacimientos con esta patología llamó la atención de Vanessa van der Linden, neuróloga de pediatría de un hospital en el noreste de Recife que trabaja con niños discapacitados.

En un primer momento, Van der Linden y otros médicos buscaron las causas habituales de la microcefalia, como toxoplasmosis, rubeola, VIH y citomegalovirus, sin hallar ninguna.

Pero la mayoría de las madres tenían algo en común: manchas y erupciones en la piel en los primeros meses de gestación que parecían consistentes con zika. Este fue el origen de la vinculación.

Sin embargo, ha sido difícil de concretar porque Brasil no guardaba registros de los casos de microcefalia antes de la irrupción del virus. Siguen intentando determinar cuántos de los casos reportados son realmente esta malformación e implican una infección de zika.

Entre las cuestiones enigmáticas que enfrentan los investigadores están: ¿Por qué se han reportado tantos casos graves en Brasil, pero comparativamente pocos en otros países latinoamericanos o caribeños con zika? ¿Habrá pronto brotes similares en otros lugares o el escenario brasileño es único?

Funcionarios sanitarios están estudiando de cerca a Colombia, que detectó un brote de zika tras el de Brasil y por el momento no ha reportado un aumento en los casos de microcefalia. De existir, aparecería en junio y ayudaría a señalar al zika como culpable, apuntó Espinal.

Hará falta una combinación de estudios y pruebas de laboratorio para determinar finalmente si el zika es el villano que parece ser, señalan los expertos.

“Esto va a resolverse”, dijo Farrah Mateen, investigadora en Harvard. “Es solo cuestión de realizar la investigación de forma correcta”.

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