Por: Juan Pablo TOPETE QUIJADA
En visita oficial y pastoral del papa Francisco a México pudimos ver sus representativos atuendos, ya no con los lujos de la edad media sino un sencillo solideo y un rústico anillo, pero revestido con su gran generosidad y entrega decorazón.
Si queremos saber el origen de estas vestiduras habrá que remontarse al Antiguo Testamento, donde la “Torá” en Levítico nos comenta como se prepararon para Aarón, hermano de Moisés y primer sumo sacerdote de Israel finas túnicas de lino y revestidas en piedras preciosas, como antecedentes de las vestiduras del actual sacerdote.
Al inicio del cristianismo los “presbíteros”, “diáconos” y “obispos” no tenían ninguna diferencia en vestimenta con el común de la población, fue hasta la baja edad media, o la llamada edad carolingia cuando las modas empezaron a cambiar, la nobleza empezó a usar pantalones y mallones, entonces el clero de forma conservadora al no querer dejar las vestiduras tradicionales siguieron usando las túnicas, de esa forma al correr de los siglos esa ropa quedó como propia del estado sacerdotal. Siendo el sacramento llamado de “orden sacerdotal” es porque se refiere a un orden en tres grados, a saber, diáconos, presbíteros y obispos, cada uno de ellos con sus respectivas características, y en esta ocasión para entender mas lo que viste el papa en su visita a México presentaremos sus vestimentas específicas, aclarando que a fin de cuentas es un obispo más, por lo cual su distintivo es la “mitra”, un gorro cónico en punta, tomado en la edad media y según la tradición de influencia celta, y usada solamente en ceremonias litúrgicas siendo la más importante la “Misa”, y con el “báculo”, un largo bastón haciendo referencia a la metáfora del “buen pastor” y ya en desuso la “tiara”, que era una corona de tres niveles y habiendo sido Juan XXIII el último en haberla utilizado como vestigio de esos siglos de poderío, y en Francisco de la más extrema sencillez.
Desde 1798 la firma de elaborar las vestiduras papales son de la familia de sastres Gammarelli, Benedicto XVI llegó a portar moda a medida de Prada, no asi Francisco, de hecho sigue acudiendo a su mismo zapatero de barrio de Buenos Aires, lo que tiene que mantener, aunque sea con la sencillez del santo de Asís es su sotana blanca de uso diario, llamada Simar, con una pequeña capa a los hombros, que ningún otro sacerdote u obispo usan, una banda blanca a la cintura, que Francisco también, contra protocolo en muchos momentos ha dejado de usar y el solideo, un pequeño gorro redondo sobre la coronilla, y para la misa el palio, una banda que del cuello baja a lo largo del pecho, de acorde a los cánones de su investidura son las vestimentas con las que lo veremos en su visita a diferentes estados de México tal como en su momento Juan Pablo II portó en Progreso, Mérida e Izamal, y esperando que el mensaje de sencillez de Francisco repercuta en sus colaboradores, como Berlie Benzauzarán un tanto alejado de los pobres tanto en acción como en posesiones y que sería bueno también ver así a don Gustavo Rodríguez, como Francisco les ha invitado el 13 del presente a todos los obispos mexicanos, y dejando esperanza y aliento al sufrimiento de los mexicanos.