Por Macuspato
El patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” habla de las prácticas, expresiones, conocimientos o técnicas heredadas de generación en generación por las comunidades, es decir, una semilla plantada en torno a las emociones, el sentir y amor de un pueblo.
El patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: propicia y crea un vínculo bipartito entre la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos. Numerosos saberes tradicionales o autóctonos están integrados, o se pueden integrar, en las políticas sanitarias, la educación o la gestión de los recursos naturales.
La Convención de la UNESCO de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial tiene como objetivo la conservación de este frágil patrimonio
También pretende asegurar su viabilidad y optimizar su potencial para el desarrollo sostenible. La UNESCO brinda su apoyo en este ámbito a los Estados Miembros mediante la promoción de la cooperación internacional para la salvaguardia, y estableciendo marcos institucionales y profesionales favorables a la preservación sostenible de este patrimonio vivo.
Dicho lo anterior y siendo repetitivo en lo que he mencionado en columnas anteriores es imposible negar el arraigo e identidad que permea, distingue y da realce al entorno y centralidad de los gallos de pelea en nuestro país.
Son muchas las voces en contra y muchas mas las que se alzan para atacar y juzgar cayendo indiscutiblemente en conceptos errados que nada tienen que ver con lo que la práctica de la gallística genera, un servidor apenas ha dado texto a las voces dentro de este mundo.
Aún faltan muchas almas que viven y sienten la pasión y el compañerismo que generan las majestuosas aves de combate.
Cada dialogo, cada conversación y cada reunión convergen en un punto neurálgico, esto es pasión, arraigo, identidad, nada tiene que ver con agresión o maltrato. Quien se procure buscar datos y hechos históricos encontrara en ellos amalgama perfecta entre identidad y patriotismo
El impacto que genera en nuestro país las peleas de gallos es por mucho y en muchas áreas de suma importancia. no se puede hablar de México sin sus gallos. así como no se puede hablar de cultura sin tomarlos en cuenta
Es de imperante necesidad que se proteja y reconozca a los gallos de pelea como patrimonio inmaterial en Yucatán. En el territorio nacional no podemos dejarnos llevar por ideologías que nada tienen que ver con lo que somos y hemos sido en la historia
La modernidad no puede robarnos lo más valioso que tenemos, la modernidad no debe tocar el arraigo de nuestros pueblos, la modernidad no debe transgredir los derechos de los galleros a practicar libremente lo que ha estado dentro de nuestra idiosincrasia por tantos años.
Que se escuche fuerte y claro… ¡los gallos de combate son y deben ser reconocidos, como patrimonio inmaterial de México