- Macri considera que son lujos innecesarios en tiempos de austeridad
Mauricio Macri aterrizará en Davos en un avión de línea de Air France. El presidente de Argentina, después de leer un informe detallado sobre el estado de la flota de aviones oficiales de Presidencia, decidió dar de baja a los célebres Tango 01,02 y 03, que surcaron los cielos con todos los presidentes a bordo desde la época de Carlos Saúl Menem.
El mantenimiento de los aparatos resulta intolerable para una Administración que pretende hacer de la austeridad una seña de identidad. Solo la puesta a punto del Tango 01, con once mil horas de vuelo y 23 años en actividad, estaba presupuestada en veinte millones de dólares. Este aparato, un Boeing 757-200 lo compró Carlos Menem en 1992 y acondicionó con todos los lujos, incluidas un par de camas matrimoniales, ducha, comedor, despacho, butacas vibradoras para masajes y revestimientos en caoba. Esto, sin contar la grifería dorada (algunos aseguran que tienen un baño de oro).
La situación de los Tango 02 y 03, no parece muy diferente. Estos Fokker tradicionales, de 32 años, «son antieconómicos» , advierte el informe de la Casa Militar que ha convencido a Macri para jubilar la flota. En el caso del Tango 04, un Boeing 737/500 de 1993, fue adquirido -de segunda mano y con 21 años de vida- por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El único que «sobrevivirá»
El Tango 10, un avión ejecutivo Learjet, es el único aparato que sobrevivirá a la criba y que Mauricio Macri ya ha utilizado para vuelos interiores por Argentina. Este panorama explica la decisión del presidente argentino de recurrir a las compañías aéreas comerciales para hacer su puesta de largo en el principal foro económico del mundo. Así las cosas, el Estado pagará los billetes de Macri, de los ministros de Asuntos Exteriores, Susana Malcorra, de Finanzas, Alfonso Prat Gay, del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y del resto de la comitiva entre la que figura Sergio Massa, ex candidato presidencial del opositor Frente Renovador. Davos es una oportunidad para una Argentina que necesita cambiar su imagen en el mundo, respaldo financiero y nuevas inversiones.