Mientras dormía, murió el actor de 67 años, Ray Liotta. Esto dice el informe preliminar de su deceso. El intérprete se encontraba en República Dominicana, país donde viajó, junto con su novia Jacy Nittolo, para filmar la película “Dangerous Waters”. “TMZ” ha publicado información acerca del motivo de su fallecimiento, producto de un posible crimen.
El intérprete se convirtió en habitual del cine de gángsteres desde que protagonizó junto a Robert De Niro y Joe Pesci el descenso a los infiernos de Henry Hill, que dirigió Martin Scorsese en 1990,
Deja una filmografía tan larga como irregular, con cuatro décadas de trabajo ininterrumpido y más de un centenar de películas. Aunque desde el icónico papel de Henry Hill no firmó otro papel en el que volara tan alto. Hiperactivo actor –tiene años con más de cinco proyectos, algunos ‘tv movies’ impropias de su categoría– acertó sin embargo en cada década con al menos un título con el que muchos actores hubieran salvado una trayectoria.
En los últimos años vivía una especie de resurgimiento. Destaca su aparición en la película de Netflix ‘Historia de un matrimonio’, ‘No Sudden Move’ o uno de sus últimos trabajos, la precuela de ‘Los Soprano’, ‘The Many Saints of Newark’, sobre los orígenes de Tony Soprano, donde repitió en uno de los registros que más abundaron en su carrera, el de mafioso. Precisamente fue en la localidad de Nueva Jersey donde nació en 1954 Ray Liotta.
Sin embargo, el de Henry Hill fue el papel más popular en la carrera de Ray Liotta, donde el actor protagonizaba uno de los planos secuencia más míticos de la historia. En la película de Scorsese, que recibió seis nominaciones a los premios Oscar en 1990, aunque solo se llevó uno, el personaje de Ray Liotta era el narrador de la historia sobre el crimen organizado.
El actor, nominado al Globo de Oro en 1987 por ‘Algo salvaje’, acababa de terminar la película ‘Cocaine Bear’, dirigida por Elizabeth Banks, y tenía previsto protagonizar ‘Working Title The Substance’, junto a Demi Moore y Margaret Qualley.