Por: El Observador Yucateco
Hace dos días, a lo mucho, nos enteramos de que Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del ex Presidente Felipe del S. C. de J. Calderón Hinojosa, pretende regresas a las filas del Partido Acción Nacional, del que se retiró en 2017 peleada a muerte con su entonces dirigencia.
Al igual que la señora en mención, también otros antiguos militantes afines al calderonismo han mostrado su intención de regresar a las filas azules. La mujer del expresidente pretende que le den una diputación por la vía plurinominal.
Suponemos que también, el propio Calderón solicite su adhesión al partido en el que se formó y creció a grado de llegar a ocupar la silla de la Primera Magistratura de México.
Dice un refrán que es de sabios rectificar. En este caso, creemos firmemente que no aplica esa consigna popular. Y no aplica, por la simple y sencilla razón de que no se trató de una equivocación impersonal, sino de un acto por demás ruin a grado tal que, incluso, intentaron hacerle la competencia al PAN con la conformación de un partido político que, a final de cuentas, no consiguió el registro.
Esa ruindad, en especial la de color azul, inunda la política mexicana. No olvidemos el horrible caso de Luís Armando Reynoso Femat, ex gobernador de Aguascalientes, quien dio gato por liebre en varias compras de gobierno.
En Yucatán, la delincuencia panista también tiene presencia… Allá está el caso de la violación o intento de violación perpetrado por el dirigente del blanquiazul en el municipio de Kanasín.
Hunucmá, con el panista Alberto Padrón Romero, ha vivido uno de los peores trieños de su historia. Tras seis años de robos, triquiñuelas y fomento del vicio entre los jóvenes, el ahora temeroso alcalde (teme ser refundido en la cárcel por sus múltiples delitos) pretende imponer como candidata a una maestrucha corrupta, que nadie conoce y que está coludida con él.
Olvidemos a Renán Barrera Concha y su opacidad… Lo mismo que la de Mauricio “El Sandwichero” Vila Dosal a quien, de verdad a éste sí, la pandemia le cayó como anillo al dedo… Vemos maceteros cuyo costo, suponemos, no supera los mil 500 pesos, reportados como una erogación de dos mil 700 cada uno.
Otro individuo, este totalmente vil, quien hace tres años hizo un berrinche de niño por no lograr la candidatura priísta de su municipio, se pasó al PAN, partido que le llevó a la presidencia municipal de Progreso.
Durante su trieño, ha dado muestras de ineptitud, a grado tal de hacerse de personajes impresentables para colaborar con él, como lo es el hoy aspirante a la diputación del IX Ditrito Local; nos referimos a Erik Rihani, quien dicho sea de paso, es muy amigo del delincuente Lino Magos…
Vemos pues que la política mexicana, en especial la vestida de azul, está podrida. Es, simplemente, vil y está plagada de ruindad.
