Por: Eduardo GARCÍA GARCÍA
Luego de un pésimo desempeño en la delegación estatal de la Procuraduría Federal del Consumidor, y de buscar infructuosamente se candidata al cargo de diputada por la vía plurinominal situación que le negaron por su marcada ineptitud congénita, la suspirante morenista, Sisely Burgos Cano, fue rescatada de la banca de espera para ser nombrada como directora Regional de Programas Integrales para el Desarrollo de la Zona Sur.
El asunto no queda ahí.
En su nueva encomiendas como directora de Programas Integrales vaya que ha buscado el desarrollo de la zona sur pero, oh. No la zona sur de la República, no, sino la zona sur de las señoritas morenistas que deslumbradas y embelesadas por la labia con que se dirige a ellas Burgos Cano, han sido engañadas y vendidas a los militantes hombres del mismo instituto político.
El anterior es el motivo por el que entre el sector social de la base morenista se le ha adjudicado el mote de “La Madrota de Morena”. Cabe destacar que, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, el significado de la palabra madrota es “mujer que regentea un prostíbulo”.
Así las cosas, la mentada fulandreja Sisely Burgos Cano se hace amiga próxima de aquellas señoritas que son de “buen ver” a los ojos se los caballeros morenistas y les promete incrustarlas en algún trabajo para el gobierno federal en caso de que acepten tener relaciones sexuales con tal o cual compañero de partido.
La ineptitud que demuestra como funcionario pública se opaca con los aciertos que obtiene en su papel de regente de chavitas a las que vuelve “damas de compañía” de sujetos como el goriloide en celo, el corrupto y también pochqueso Rogerio Castro Vázquez, de cuyas mañas ya hemos informado en nota publicada en este mismo portal en días pasados.
En fin… Morena-Yucatán es una auténtica mezcolanza de lo más bajo y ruin de del PRI con lo más rancio y putrefacto del PAN.