El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, convocó esta semana a los ciudadanos a que ya comiencen a salir para reactivar la economía, mientras que el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, insistió en la importancia de permanecer en casa porque la pandemia de ninguna manera ha terminado.
Las contradicciones entre ambos han marcado el desarrollo de la crisis sanitaria provocada por el covid-19 que hasta ahora registra un saldo de 304.435 contagios y 35.491 muertes, lo que convierte a México en el cuarto país con mayor número de decesos.
A pesar de que los números son negativos, López Obrador afirmó que la pandemia va en declive sin que los servicios médicos se hayan desbordado.
“Si no se nos saturaron los hospitales fue por la actitud responsable de la gente que, al llamado de quedarse en casa, obedecieron, con muchos sacrificios”, dijo al convocar a tener cuidado con los rebrotes y a mantener las medidas de prevención.
Sin embargo, también hizo un llamado a “actuar con absoluta libertad” combinada con responsabilidad, porque millones de mexicanos tienen que salir a trabajar para sobrevivir.
“Ahora ya tenemos que ir saliendo a la calle y que comprendan, quienes quisieran que siguiera el confinamiento o el retiro, que comprendan que son situaciones distintas. Nosotros tenemos garantizado nuestro sueldo y muchos tenemos posibilidades económicas y podemos estar tres meses, seis meses, un año. En el caso de que es un servidor público, cada quincena cobra. Pero el que vende gelatina, el que vende pan, el que se busca la vida en la calle ¿cómo le hace?“, cuestionó.
Por eso, dijo, debe haber un equilibrio para cuidar la salud de la población, pero sin actuar con autoritarismo, entendiendo la necesidad de recuperar la economía popular, la economía familiar y la economía nacional.
Más tarde, López-Gatell insistió en la corresponsabilidad que deben tener los ciudadanos para no salir a las calles y disminuir así los riesgos de propagación del coronavirus.
“La recomendación general es no salir cuando no sea indispensable”, afirmó el funcionario. Si alguien presenta cualquier síntoma de infecciones respiratorias, agregó, con mayor razón debe mantenerse en casa para evitar un repunte de la pandemia.
Cruces constantes
“Tenemos elementos para decir que ya pasó lo peor en términos económicos”, aseguró el presidente a fines de junio, mientras López-Gatell advertía que la pandemia podía extenderse por lo menos hasta octubre, lo que generaba imprevisibles escenarios para una economía que, según estimaciones del estatal Banco de México, tendrá este año una caída del 4,6 % al 8,8 %, aunque la Secretaría de Hacienda la reduce a 3,9 %.
Marzo y abril fueron meses particularmente agitados en la contradicción discursiva del presidente y el subsecretario de Salud, ya que mientras Gatell convocaba a mantener una sana distancia física, no darse besos ni abrazos, salir lo menos posible, usar tapabocas y evitar las aglomeraciones, López Obrador seguía con sus giras detrabajo,en las que se abrazaba y besaba con sus simpatizantes sin usar mascarilla ni alcohol en gel.
“No dejen de salir, todavía estamos en la primera fase. Si tienen posibilidad económica, sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes, a las fondas, porque eso es fortalecer la economía”, aseguró el presidente en un video emitido el 22 de marzo, a pesar de que en esos mismos días López-Gatell estaba sumido en la campaña para pedirle a los ciudadanos que se mantuvieran en sus domicilios.
El 28 de mayo, mientras los contagios y muertes seguían en aumento, López Obrador presumió el éxito de su estrategia. “Ya falta poco. Según los médicos, los especialistas, los científicos, vamos bien. Ya se domó la pandemia, ya se alejó el riesgo de una saturación en hospitales que hubiera significado más pérdidas de vidas humanas. Afortunadamente ya se superó”, aseguró.
Una semana más tarde, López-Gatell aclaró que la pandemia no se había controlado ni en México ni en ninguna parte del mundo. “Cuando el presidente dice que ya se domó, se refiere técnicamente a que la jornada nacional de sana distancia, que pertenece a las estrategias de mitigación comunitaria, logró que se redujera la cantidad de casos por día”, aseguró.
El 12 de junio, el presidente afirmó en su conferencia mañanera que los mexicanos ya tenían que prepararse mentalmente para salir. Por la tarde, el subsecretario advirtió que a la epidemia le faltaban todavía semanas, incluso meses, y que no se podían descuidar las medidas de prevención, entre ellas las salidas de casa.
A diferencia de la prudencia a la que apela López Gatell, el presidente mantiene el tono optimista. “Estamos dejando atrás la etapa más difícil de la pandemia. No es echar al vuelo las campanas. No es cantar victoria, pero consiero que ya pasó. Ya sabemos cómo nos podemos cuidar. Vamos a poder salir a la calle a hacer nuestras actividades como siempre. Vamos a sentirnos seguros y a no tener miedo. Ahora sí recobremos nuestra libertad y actuemos con criterio”, dijo a mediados de junio.
Por el contrario, López Gatell explicó que la realidad es que el país, y el mundo en general, tendrá que aprender a convivir con una enfermedad epidémica que va a tener subidas y bajadas.